23 de diciembre de 2012

Letras para ti


Peque, aquí tienes otra mini sorpresa, quizás tanto papel no te gusta en verdad pero no sé, me apetecía escribirte algo y puede que lo haga más a menudo así que prepárate.

Falta muy poco para tenerte y acabar este año a tu lado... Un año algo desastroso en un principio pero que fue mejorando con el paso de los días... Desde que viniste a Málaga aquel 2 de abril ya supe que iba a cambiar todo para mí y que esos cuatro días fueron incluso curiosos y hasta especiales, nunca había estado así con alguien y menos alguien a quien acababa de conocer y hacer que me sintiera tentada al tenerte tan cerca. Solo sé que me llamaste la atención como tantas veces te he podido decir en este tiempo y que cuando se dijo de ir a Barcelona, algo me hizo estar muy impaciente y tardaría algo más en darme cuenta del porqué.

Conforme pasó el tiempo te diste a conocer más... No me preguntes cómo, pero llegó un momento que, a parte de considerarte como un amigo, te veía de forma diferente; tenías muchos detalles aunque fueran solo por cumplir pero me hicieron fijarme cada vez más en ti y querer pasar el tiempo hablando contigo aunque las horas pasaran y ya nos pillara de madrugada. ¿Sabes? Ya no quería ni dormir por seguir hablándote fuera de lo que fuera, siempre conseguías hacerme reír, me entendías y te preocupabas por mí y yo mientras tenía la extraña sensación de querer cuidarte en cuanto me fuera posible porque valías muchísimo la pena.

Suerte que eso lo vi desde el principio.

Te convertiste en un vicio sano y no sabes la de vueltas que daba mi cabeza cuando se acercaba el día 13 de agosto para ir a verte. Estaba demasiado tonta ya y tenía miedo de que las cosas que veía no fueran ciertas, que quizás solo eran palabras; es lo que tiene que me dieras tantas negativas extrañas cuando hablábamos de relaciones. Lo mejor es que todas aquellas cosas que intentaba evitar se apoderaron de mí, eran muy jodías y cuando te vi en el aeropuerto me quedé cortada mientras mi cabeza pensaba en todos esos 180 días que se me acumularon desde ese "eres especial" a pesar de que ya sabía qué sentía algún mes antes.

Aiiss siento haberte torturado en la terraza... Seguía insegura pero menos mal que te decidiste y aquí me tienes, locaza por ti esperando a que llegues y escribiendo todo esto cursi a más no poder y haciéndote leer mucho.

Falta muy poco para empezar un año que te prometo que será diferente y.. Me encantaría poder pasar todo el tiempo posible a tu lado, eres lo mejor y no quiero dejarte escapar por nada mi niño. Quiero todo eso que tú querías, acabar el año conmigo, empezarlo, vivirlo, volverlo a acabar y así mucho tiempo... Quiero años a tu lado. Quiero ser yo a quien esperes, en quien piensas cada día, la persona a la que le tienes ganas, a la que quieres hacer feliz, con la que quieres vivir mil momentos, a quien quieres besar hasta quedarte dormido, quiero que no me dejes escapar por nada porque prometo hacer cada día especial para ti, prometo estar ahí solo para ti, prometo esperarte, prometo besarte con pasión cada vez que te tenga, prometo sonreirte cada día, prometo cuidarte, prometo ser lo mejor para ti, prometo esforzarme si surge algo inesperado, prometo no rendirme por muy difícil que se ponga la situación... Prometo que en mi vida, solo vas a estar tú, yo y un nosotros.

Te quiero mucho. Y... cuando lo leas quiero mi PATO!

PD: Yuhuuu! Mis postdatas preciosas.
PD2: ¿Te diste cuenta de la foto? Esconde bien todo lo que te mande no lo vaya a ver la señora que esto no es lo mismo que un email.
PD3: ¿Para qué la foto? Me salió del alma como todo. Quiero tener muchos recuerdos contigo y guardarlos hasta en mi cajita tan monosa.
PD4: No, no se ve mi cara pero para eso tienes el fondo de pantalla que salgo hasta decente.
PD5: Ya está bien de hacerte leer tanto.
PD6: Sí, esta es la cosa que prometí enviarte, no sufras. Ya ta yaaaa ta muaaa (si no te acuerdas, está por el historial del día 4 en el que hasta me dices que ni me acordaré de enviártelo... Lo que no sabías era cómo)

¡Cacahuete!


TE QUIERO, PEQUE.

(Quizás cuando te lo envíe, si lo envío, falten mil palabras. Tengo miedo de que veas cuánto te quiero y cuánto quiero hacer por ti y pienses que es demasiado pronto, pero lo siento así, mi vida)

5 de noviembre de 2012

Tú y solamente tú.



Y aquí estoy tras haber pasado 4 días perfectos... ¿Por qué perfectos? Porque pude tenerte a mi lado, entre mis brazos, a dos centímetros de mi. Por que pude besarte sin que pareciera que hubiera fin. Porque mis ganas escapaban a mi control. Porque hiciste que todo fuera increíble a tu lado.... Porque los paseos de tu mano me hacían temblar... Porque cada vez que te parabas  y yo seguía avanzando me parabas y tirabas de mí para besarme como nunca... Porque me abrazabas por la espalda mientras caminábamos y, aunque quizás a los ojos de la gente pareciera una tontería, a mi me parecía un hermoso detalle y más cuando antes de soltarme besabas mi cuello tan lentamente...



¿Recuerdas cuando bajé del avión? Allí estaba yo buscándote entre la gente para abrazarte tras dos meses separada de tu lado...  Nunca creí que verte me causaría tal clase de sensaciones que me parecerían indescriptibles...



El día 1... Ese día marcó una fecha que para mí ya se ha convertido en inolvidable. Me pediste salir... Querías que fuera "oficialmente" tuya... Querías que fuera tu "novia". No, no me lo esperaba... Para qué mentir. Siempre me dijiste que no podías confiar en una relación a distancia pero decías que lo nuestro no era menos que eso... Te confesaré que cuando me dijiste esas palabras, algo dentro de mí siempre se rompía pero... Aquel beso que te di tras pedirme que fuera tuya fue el mejor que nunca sentí. No me importaba esa etiqueta, mi felicidad no venía por el hecho de tener o no esa palabra que englobara lo que sentimos, nunca nos hizo falta pero tan solo podía alegrarme el hecho de que confiabas en mí, en lo nuestro, en nosotros.... Me quieres, te quiero, me esperas y te esperaré todo el tiempo que haga falta para tenerte otra vez porque me pareces la persona tan perfectamente imperfecta que siempre he necesitado y nunca encontré aquí y que me hicieron falta muchos hechos entrelazados entre sí para llegar por fin a ti....



Pasé los cuatro días odiando el momento en el que me iría... Pero todo llega y allí estábamos los dos... Entre besos que nunca queríamos que acabaran y la hora fijada para dejarte de nuevo. Fue muy doloroso el ir alejándome de ti y ver cómo me buscabas entre la gente para verme marchar en cada momento... Las lágrimas no paraban de correr por mi rostro tras bajar del coche cuando me llevaste al aeropuerto pese a que intenté contenerme... Tú sabías muy bien cómo estaba... Te desmoronaste poco después...



El viaje de vuelta se me hacía imposible y esta mañana al despertar y no verte a mi lado  fue como un fuerte impacto contra una realidad que sabía que tiene que llegar y que tendrá que llegar pero duele... Duele ver que dejas atrás aquello que quieres tener siempre y la espera... Pero todo eso me lo recompensa los días a tu lado, esos días que parecen interminables, esos besos que me hacen perder la noción del tiempo, esos gestos, esas miradas que me dejan sin palabras y si hablo me silencias con otro beso, esas manos entrelazadas, esas risas cómplices, esos piques a la consola, esas notas diciéndome lo que sientes, esos abrazos entre la manta, esas noches en vela, esos desayunos, esas películas cuyo argumento no nos importaba y nos centrábamos en nosotros mientras la tenue luz de las velas se consumía, esas noches especiales, esos caminos en coche entre caricias, esos silencios en los que no hacía falta nada más, esos momentos que conviertes en inolvidables....



Te quiero, no te imaginas cuánto y lo importante y especial que eres en mi vida.

No quiero perderte.






No lo olvides....
            Seguiré esperándote como cada día para volver a tenerte.
                                                        1/11/12


23 de octubre de 2012

Loca por una sola razón...Tú.


Puede que me repita pero te juro que nunca... Nunca había sentido esto por nadie...

Esas ganas de despertar solo para que seas lo primero en lo que pienso y cuando llega la oscuridad del día, dormir tras una larga charla en la que me deseas buenas noches con esa voz tan cálida que hace que mi corazón se enloquezca al instante y busque cualquier forma de cruzar los kilómetros para estar así a tu lado otra vez.


Te busco entre las sábanas para sentir de nuevo el calor que daba tu cuerpo... Añoro el besarte hasta desgastarnos y tener que parar solo porque es necesario dormir. Echo de menos el girarme y buscar tus labios al comienzo de la mañana y escuchar ese apodo tan dulce que tienes para mí o ese momento en el que me despertabas al aferrarte fuerte a mi para no dejarme escapar y me besabas lentamente en el cuello. Quiero volver a encontrarte por los pasillos y que roces mi mano. Ansío volver a levantarnos de la cama y que me tires a ella para estar un rato más conmigo o  que antes de salir de la habitación me acorrales contra la pared para volverme a besar y que sin querer mis pies se pongan de puntillas, de esa forma que tanto te gusta, mientras el beso se hace cada vez más apasionado y una sonrisa al terminar queda en mi rostro mientras ve cómo te marchas mientras me guiñas un ojo.



Estoy impaciente por tenerte a mi lado aun sabiendo que serán pocos días pero estando segura de que cada uno será más especial que el resto. Para mí ha significado mucho el compartir contigo este tiempo, esas risas, esas tonterías, esas locuras, esas miradas y besos al anochecer, esos encuentros a escondidas de los ojos de la gente, esas cosquillas inexistentes solo para ver cómo me defiendo de ellas y te colocas encima mía para no dejarme escapatoria...


Quizás no tenemos ninguna etiqueta para lo nuestro pero yo tengo claro que para mí solo estás tú, con quien quiero compartirlo todo es contigo y con ningún otro por mucho que lo intenten... Me encanta tenerte conmigo y más sabiendo que nunca confié en la idea de que alguna vez lo estuvieras y estaría tan... No lo sé... No puedo pronunciarlo aún


Eres lo mejor que podía encontrar y... ¿Recuerdas?



Te quiero.

Te quiero.
Y te vuelvo a querer.




Si esto es un sueño os ruego... No me despertéis jamás.



7 de octubre de 2012

Cambiaste mi vida.



Hace tiempo, quizás un 16 de mayo, dejé plasmado cada sentimiento que quedará guardado al igual que cada línea que narra mi historia... Por aquel entonces, no sabía qué me depararían los días ni siquiera si encontraría todo aquello que ansiaba...

La persona que necesitaba en mi vida.

A día de hoy, puedo decir que he encontrado esa persona pese a lo lejos que se encuentre. 
Me haces feliz de una manera que nunca creí posible...
Me escuchas, me entiendes o intentas entenderme en aquellas ocasiones en las que mi mente se ha bloqueado y busca en tus palabras una salida que apacigüe mis pensamientos...
Me cuidas, piensas en mí, te preocupas por mí, te quedas a mi lado en lo bueno y en lo malo... Desde el principio eso dijo mucho de ti.
Calmas mi angustia y secas mis lágrimas incluso desde la distancia que nos separa.
Me aceptas con cada locura que por mi mente pasa, me haces reír a cada momento.
Me regalas palabras dulces que con cualquier otro no podría haber creído y me prometes que cada una de ellas es verdad..
Una sensación inexplicable invade mi cuerpo cuando dices que harías todo lo que fuera por mi y por nosotros... Que quieres que esto dure... Que me quieres a tu lado durante mucho tiempo...

Estaré todo el tiempo que me permitas a tu lado.

Te quiero a ti y solo a ti como a nadie he querido nunca.

Porque pase lo que pase... Este sentimiento no se irá nunca... Solo buscará reemplazos para sentirse algo mejor... Para creer que estoy bien.

Siempre he sido la clase de chica que ha asegurado que con el tiempo los sentimientos que juramos por alguien, desaparecen... Quizás mi ingenua mente no paraba de pensar en ello porque nunca había encontrado a ese alguien especial que cambia tu visión de las cosas y por la que merece la pena darlo todo cada día por verle feliz, por hacer que se sienta querido, por comprenderle, por cuidarle, por buscar todas las formas de regresar a su lado aunque sea un corto periodo de tiempo.

Te prometo que lo que siento nunca cambiará.

Desde la primera vez que te vi, supe que serías alguien que marcaría mis días... No sabes lo doloroso que fue verte marchar y la impaciencia que me recorría al saber que la cuenta atrás se acercaba a 0 para volver a verte... ¿Te cuento un secreto? Me llamaste la atención desde el principio, pero el momento en el que empecé a sentir algo más por ti fue un 23 de mayo y que desde entonces lo que siento por ti solo ha ido a más... 
Espero con todas mis ganas que esta sensación siga a mi lado... 
Que tú sigas a mi lado y poder darte todo aquello que te mereces. 
Quiero que seas feliz.

Me atreveré a contarte algo más de estos días que no has estado a mi lado...

Me encanta cuando me sonríes y te quedas embobado mirándome por una simple cámara que hace que me sienta un poco más cercana a ti.
Me encanta cuando te das cuenta de que yo me quedé embobada pensando en ti.
Me encanta cuando me hablas de todo lo que haríamos juntos, de los sitios a los que me llevarías, de los momentos que nos quedan por vivir juntos, de las locuras que cometerías que incluso por cualquier otra ni siquiera te hubieras planteado.
Me encanta cuando me demuestras lo que me quieres.
Me encanta cuando me llamas en mitad de la noche para darme las buenas noches con esa voz tan especial para mí y me sonríes mientras se pasan los minutos de la hora en la que te tenías que marchar y me encanta cuando no eres capaz de colgar y me mandas besos y me describes lo que quizás estaríamos haciendo en ese momento si estuviera a tu lado.

Te juro que nunca podría describir cuánto te quiero y cuánto me duele no poder verte cada día para poder abrazarte, besarte, picarte con cualquier tontería y que me calles de esa forma tan dulce que tienes de hacerlo.

Podría decir tantas y tantas otras cosas de ti pero la que más me encanta.... 
Me quieres pese a todo.





Y... Escucha...
"Te necesito porque te quiero."
Que no se te olvide.

22 de agosto de 2012

Te quiero.



¿Miedo? El miedo me ha ido acompañando toda mi vida y hoy puedo decir que lo he dejado, en parte, atrás... El miedo a arriesgarme, a luchar por lo que quiero... El miedo a tantas y tantas cosas... ¿Por qué? Porque me hiciste volver a creer que todo lo malo puede quedar atrás. Que todo por lo que he pasado me ha llevado a esto, a estar contigo y solo contigo... Sí, a estar a tu lado y no querer separarme; a odiar la distancia y el tiempo que nos separa.


Una vez tan solo me hicieron falta 4 días para darme cuenta de que de una forma u otra serías una parte importante en mi vida. Tiempo después, en 118 días te hiciste notar cada vez más en cada conversación, con cada comentario que hacías, cada idea que dejabas en el aire y nos hacíamos los locos…Sentí que cada vez que estabas mal, algo en mí no acababa de encajar, era extraño todo eso para mí pero fue lo que pasó. Me encantaban tus buenos días, tus susurros e incluso me sorprendía lo fácil que era hablar contigo de lo que fuera, las ganas que tenía de hacerlo y de que supieras todo lo que esta mente caótica guardaba. Los días pasaban y aquel en el que te vería estaba cada vez más cerca; ni te imaginas cómo los pasaba, la de vueltas que daba mi cabeza intentando aferrarse a la mínima idea de que nada bueno acabaría pasando por miedo a que yo me hubiese hecho falsas ilusiones, a que tus palabras fueran mentira y quizás eras así con todas. Me aferraba a aquella idea en la que dijiste que dejarías de confiar y que la distancia era algo que te resultaba imposible de soportar...

El primer día al verte ya era feliz y conforme la tarde pasaba algo en mí cambió y, lo creas o no, me iba poniendo cada vez más nerviosa. Quería preguntarte el porqué me considerabas especial y seguir ilusionándome porque quizás las palabras no fueran necesaria... 
Cuando vi que no estabas en casa no hacía más que pensar que quizás no tenía que preguntar, que no era el momento; pero quise esperar a que llegaras porque si algo bueno pasaba desde el principio, no quería dejar que por ese absurdo miedo de no aprovechar el momento, los días pasaran y perdiera el tiempo que nunca quise perder. Llegaste, sonreíste y subimos a lo alto de aquella casa. 
Aquellos abrazos interminables, aquel baile improvisado mientras me aferraba a tu cuello y tú a mi cintura, tu susurro y la forma en la que me mirabas me hicieron pensar que sí sentías lo mismo que yo y que por primera vez todo iba a salir bien... Un cielo estrellado fue testigo de las intenciones, aunque pareciera algo que parecía evitar pero era curioso ver cómo lo intentabas y, después, una habitación de los besos más dulces  y de las caricias más ansiadas que escondían todas aquellas razones que quise conocer una vez... 


No me equivocaba y si lo hacía, era el único error 

que esperaría cometer una y mil veces si fuera necesario.


Tu beso... Sí, aquel tan cálido, fue el mejor beso que jamás me hubieran podido dar. Quizás esté loca, pero aún recuerdo que eran las 2 de la madrugada y tus dientes rozaban un poco mis labios. Me encantó esa sensación y cómo te parabas cuando, debido a nuestras ansias, nuestros dientes chocaban... Aquella imagen de cómo te parabas y me acariciabas, cómo me apartabas el cabello de la cara y cómo te quedabas mirando fijamente a mis ojos para luego acabar acercando mi rostro lentamente para volverme a besar sin dejar que mi voz articulara palabra alguna no se logra borrar de mi mente tan fácilmente.



La espera tan interminable y los sentimientos que una vez juré quedarían guardados en aquella noche tan especial... Quedarían guardados en una noche que empezó con risas y terminó con la más dulce tentación de perderme más en ti e intentar parar el tiempo, como bien acordamos una vez, para que aquel momento fuera interminable.


     Gracias por hacerme sentir tan feliz.
                     Gracias por no rendirte conmigo. 
                                            Gracias por pensar solo en mi.
                                                              Gracias por ser la parte favorita de mi vida.

Y, así, pasaban las horas y las ganas de estar cerca de ti en numerosas ocasiones aumentaban y cuando se te ocurrió aquella "palabra"…Qué loco estabas y aunque sonaba rara, la hacía especial el hecho de que era nuestra, y qué más daba si así podía estar contigo a solas un poco más.
Me encantó tu sonrisa en aquel momento. 
Te juro que aún la recuerdo claramente. 


Cuando algo dentro de mi bajó a la realidad, me di cuenta de que quedaban pocos días para irnos. La angustia se cebó conmigo. Quería seguir viéndote por las mañanas, decirte tonto por los comentarios, reírme y besarte; quería abrazarte por la noche y que te despertaras y me abrazaras; quería seguir encontrándote por el pasillo y agarrarme a ti mientras me callabas con un beso; quería que me sorprendieras por la espalda dándome un sutil beso en el cuello; quería mirarte a los ojos porque tienen algo que hacen que me pierda; quería hacer lo posible para que fueras feliz cuando estabas conmigo y que no te sintieras solo… Quería y quiero aún demasiadas cosas. 

Y...Gracias por no soltarme cuando lloraba, gracias por tranquilizarme a besos, gracias por cada palabra y por ese “te quiero” tan sincero cuando me derrumbé.




De camino al aeropuerto, el mundo tan especial que habías creado para nosotros se iba derrumbando poco a poco... Tuvimos una despedida breve por ciertas circunstancias y cada paso que me alejaba de ti se sentía más lejano de lo que realmente era. Buscabas entre la gente el poder vernos unos segundos más, el poder verme y articular un "te quiero" que hizo que mi alma se partiera en dos. Allí te aseguro que se quedó una parte y en el momento en el que dejé de verte ya empecé a echarte de menos.
El viaje de vuelta se hizo insoportable... 
Las ganas de seguir en aquel mundo escapaban a mi control...


Pero te prometo que esperaré cada día 

hasta volver a verte.

Necesitaba escribir todo esto y desahogarme entre lágrimas que reprimí. Solo acabaré diciéndote que te quede claro que no me importa la distancia si vas a ser tú el que esté tras ella, no me importa el tiempo si te voy a volver a ver, no me importa coger un avión para verte, no me importa lo que me digan… Quiero seguir ahí para ti y para todo el tiempo que sea posible
Me encantó aquella idea de empezar el año juntos, de pasarlo y acabarlo... 
Y, como ya te dije, aunque sea pronto...
Te quiero, pequeño.

Desde que apareciste, hiciste que mi vida fuera más especial haciéndome sentir lo que nunca pensaba que fuera posible y, como bien sabes, me hiciste volver a creer.





Aunque no te gusten las fechas... Cierto día 14, hiciste que mi vida cambiara por completo.
Gracias.



7 de agosto de 2012

¿Especial?


No sé cómo explicarte que antes de marcharme ya quería volver. 

Cómo antes de llegar ya quise quedarme. 
Cómo quiero tu abrazo suicida aunque eso me haga caer en la más mísera ruina.
Nunca te lo dije pero contigo en la noche olvido los golpes de la vida y, al dormir, tan solo sueño que quiero soñar contigo, solo contigo mientras mi almohada está llena de tus ausencias, de canciones que nunca cantabas, de besos de esos que nunca me dabas.
Solo puedo decirte que me encantas, que me he perdido en más de mil horas contigo, que cada "me encantas" o "mi pequeña" me nubla la razón y una sonrisa en mis labios ya es casi inevitable, que aquel día en que me dijiste que yo era un tema del que no querías hablar porque era complicado, porque era especial para ti... Qué quieres... La duda me recorre a cada instante.


¿Especial? ¿En qué sentido? ¿Por qué? ¿Desde cuándo?



No me digas que rozo la perfección porque si así lo fuera, ¿por qué no te quedas a mi lado?

Necesito saber tantas...Tantas cosas que el insomnio ha llegado a ocupar cada noche mientras el silencio cubre las calles. Necesito estar segura. Necesito que dejemos de hacernos los locos ante todo lo que pasa entre nosotros y si es raro que lo sea, no me importa, solo quiero que no sea complicado para ti. Quiero que sea fácil... Si sientes algo, todo debería ser fácil y sino, por favor...


No dejes que te quiera. 






Me bebí la razón, me fumé el corazón en tus labios.




15 de julio de 2012

Impotencia.


A veces me pregunto, pobre ilusa, ¿qué podría hacer para que tu soledad desapareciera?

¿Qué podría hacer para que, aun estando solo, no te sintieras así?

Me encantaría ser capaz de ser esa persona que necesitas para que esa sensación desapareciera, pero por mucho que haga.... Por mucho que diga.... Por mucho que abra mi corazón con cada palabra, pareces querer evitarlas una a una dejando a un lado todo lo demás.

Me duele el corazón al pensar que te hace falta alguien que llene ese vacío... 
Y que... 
Mejor no hablaré, no quiero estropearlo.

¿Quién sería la ideal para ti?

Ojalá pudieras sentir lo que yo siento.... Ojalá supieras incluso que, pese a estar sola entre cuatro paredes que siempre han ahogado mi llanto, no me siento sola cada vez que estás ahí para mí. Sí, soy imbécil pero no puedo evitar esa dichoso sentimiento de felicidad efímero que me inunda y el sentir cómo la soledad desaparece en un instante antes de que sea capaz de aferrarme a ella. 
La soledad me abandona, me deja entre tus dedos y ahí, solo tú decides.

Y no lo entiendes... Nadie entiende que eso pueda ser posible ya que yo siempre he vivido en una continua soledad que me ha acompañado en silencio sin juzgarme, sin desesperarme, sin agobiarme, sin esperarme... Siempre estaba dispuesta a volver evitando cualquier impedimento... 
Siempre podía contar con ella en estos momentos.

Y, ahora, dime dónde ha ido a parar.

Te contaré un secreto... Nunca me gustó depender de nadie. Nunca me gustó porque siempre que lo hacía, al pasar los días, los meses o quizás los años, me dejaban tirada a ras de suelo sin tener fuerzas para levantarme. Nunca quise necesitar a nadie... No quiero que me vuelvan a hacer ese tipo de daño irreversible en mí misma. No sabes la capacidad que tiene de afectarme pese a que a veces ni lo muestre.

Y sí, lo sé... 

Los buenos momentos no se aprecian si no se ha conocido el dolor... 
La compañía no se valora si no has experimentado la más absoluta soledad... 
La oscuridad no se aprecia si no has conocido la claridad más intensa... 
La felicidad no la experimentas si no has conocido la tristeza...
El frío no se siente si no has sentido calidez...
Y, así, miles de cosas podría decirte más... 
Hay tantas que incluso se escapan a mi conocimiento.

Quiero dejar todo a un lado... Olvidarme de lo que pueda pasar y dejar que el tiempo decida.
Ahora solo busco que tu soledad desaparezca aunque sea en lo más mínimo estando a tu lado.
¿Sigo soñando? No creo que sea posible pero no quiero perder la esperanza, tan pronto, sin siquiera haberlo intentado y todo porque mi absurdo sentido, esquemas y razonamientos se han esfumado desde que te cruzaste en mi camino.

¿Alguna vez conseguiré que mi almohada no calle mis gritos ni recoja mis lágrimas?
A día de hoy, aún, no lo sé.


Necesito que me hagan ver que a quien necesitas no es a mí.



Pero... ¿Quién te enseña a ver si no eres tú mismo?


1 de julio de 2012

Confusa.



Hoy vuelvo... Vuelvo tras una larga ausencia de mí misma para intentar que todo a mi alrededor vuelva a cobrar sentido pero, ¿sabéis? Me he perdido en mitad de un camino en el que no tenía porqué.


Estoy confusa.

(¿Y cuándo no?)

Estoy sintiendo cosas que quizás no debo.
El tiempo se me pasa demasiado rápido si eres tú.
Estoy actuando de una forma que escapa a mi control.
Me estoy confundiendo entre palabras que vuelven a sonar demasiado bien como para ser ciertas... Pero me gusta creerlas... Me gusta esa sensación y esa sonrisa que se encuentra constantemente en mis labios cuando contemplo las palabras en una pantalla... 


Y no, no puedo evitar que aparezca sin más.

Hay algo que me puede nuevamente, hay algo que me guía y yo me dejo guiar.
Hacía tiempo que no me sentía así y tampoco sé en qué momento comenzó todo o en qué momento yo me di realmente cuenta de lo que estaba sucediendo en mi interior.


Sus palabras me arañan la superficie que creé alrededor de mi corazón para que nada pudiera atravesarlo y permanecer en él por mucho tiempo. Los rasguños son cada vez mayores y está empezando a romperse y...
¿Lo peor? (creo que es lo peor) están llegando a mi corazón y él está aceptando cada una de ellas como si fuera una realidad que posee todo el sentido que mi vida había comenzado a perder.


No está bien... 


Esto no está bien. Mis oídos y mi mirada no deben perderse entre palabras. Mi razón no debe dejarme sola ante todo lo que está sucediendo, no es momento... 
No me dejes...
No me dejes porque no sé lo que pasaría conmigo. 
Seguramente sigue siendo un sinsentido. 
Posiblemente todo está mejor tal y como está en estos momentos.
Quizás no debo dejarme llevar para chocarme con un muro que nunca lograré atravesar.


No sé porqué tienes que ser tú....





Porqué tú tienes que ser el culpable de mi felicidad.


Me haces reír, enojar, me confundes, te quiero, te odio, te extraño, me eres indiferente, te olvido, te vuelvo a querer.... 
Y todo en tan solo 10 minutos.
Comienza a ser curioso.

1 de junio de 2012

Delirios de una tarde.




Una vez me paré a pensar, y admito que quizás demasiado, en este día a día que algunos denominan "vida". Sí, mi vida la baso en una filosofía muy extraña quizás para el resto del mundo pero al fin y al cabo es con la que consigo sobrellevar toda la realidad que me rodea.

Sí, esa misma realidad con la que convivo me ha dañado en numerosas ocasiones y mi eterna soledad me acompaña porque aún existen personas que me fallan cuando menos lo espero, cuando menos lo necesito. Se alejan y desaparecen de mi vida con el mismo sigilo con el que una vez ocuparon aquel "lugar" en mi "corazón".

Salí a dar un paseo bajo la lluvia y contemplé parejas felices porque aún no se conocen realmente.
Vi vagabundos que han destrozado sus vidas y han acabado de forma lamentable.
Observé cómo las personas mayores caminan cotilleando como siempre, porque ya no viven. Ya sólo existen para rememorar.
También había mujeres esperando a su cita y hombres esperando a su cita, igualmente, quién sabe, podrían estar esperándose el uno al otro y no se daban cuenta de que ambos estaban en el lugar de encuentro pero aún no se veían..

La vida sigue, los cambios aumentan con el paso del tiempo y ¿sabéis?  
Nada cambiará.
Nada cambiará si cualquiera de nosotros desaparecemos. 
Somos demasiado insignificantes en toda esta realidad.

¿Lo peor?

Aún existe gente que va por ahí, dándose aires de grandeza, como cualquier otro humano en la adolescencia o con años de más.

No sé... Todas estas ideas me consumieron.
Tengo lágrimas en los ojos, y no me he dado cuenta hasta que he parado de escribir. 
Ese suceso aún es capaz de sorprenderme, creedme.
Pero esa es la vida. Todo tiene sus pequeñas cosas, todo tiene su sentido metafórico y también su relativa comparación. He intentado reflexionar sobre porqué casi siempre quiero estar sola. No depender de nadie. ¿Será miedo a que me vuelvan a hacer daño? ¿Miedo por confiar, por sentirme en una nube y de pronto sentir el golpe de la caída?
Y las respuestas están ahí, las puedo leer cuando quiera... Pero... Prefiero no hacerlo.

¿Qué pasaría si las alcanzara?

Posiblemente mi verdadera frialdad resurgiría de entre mis lágrimas y las cenizas de mi esperanza en este mundo. ¿Qué sientes cuando solo te quedan cenizas?








Dichoso momento.


Era una tarde tan común como el resto pero algo la hizo diferente... 



- Mírate... Casi recién levantada... Sin maquillaje... Sin arreglar... Con tu cabello alborotado.

* ¿Qué pasa?

- Más...

* Más, ¿qué?

- Me encantas aún más.





Mi corazón se comprimió, algo lo atravesó sin ninguna intención. 

Creía que últimamente me dejaba llevar demasiado y continuamente me preguntaba si eso era lo mejor que podía llegar a hacer... Yo aún no lo sabía y creedme, tampoco quería saberlo.




Dichoso el momento en el que la sonrisa en sus labios me delató.



30 de mayo de 2012

Sleep to forget


A veces me pregunto si de verdad soy tan rara... 

Que, ¿por qué esta vez? 
No sé exáctamente pero creo que me estoy aferrando mucho a la gente en poco tiempo.
Alguien se ha podido convertir en una parte que me encanta de mi vida, demasiado importante hasta pensar que había un hueco reservado para esa persona. 
Sí, lo sé, ese pensamiento es extraño.
Yo misma me lo he repetido en numerosas ocasiones pero, por mucho que quiera, lo sigo sintiendo así y me da la sensación que el escucharlo... Para ti... 
A veces... 
No es bueno.
Algo cambia. 
Algo se rompe. (¿Había algo?)
Algo no vuelve a ser igual.
No.. No lo entiendo pero... Me siento mal.
Siento que no debí articular palabra, que ningún sonido debió que salir de mi boca.
Siento... 

Espera.

¿Qué?

No entiendo porqué aparecieron estas dichosas lágrimas que no me dejan terminar mi desahogo...
No... 
Ahora no...
Necesito irme...
Hoy no es un buen día para que alguien esté a mi alrededor.
Por favor.




Silencio...

Me voy de aquí....



28 de mayo de 2012

Odiando el adiós.


Tengo... Miedo.

El mismo miedo que he llegado a experimentar anteriormente y sí, siempre está relacionado con lo que se siente y lo que se quiere. Me he equivocado tantas veces que tengo miedo de volver a sentir, de volver a confiar, de volver a pronunciar un "te quiero" sincero, de que todo vaya por el buen camino y de pronto algo se tuerza, de escuchar palabras dulces que apacigüen mi corazón pero que no sean verdad, de volver a perderme en una mirada y no encontrarme más, de sentir la calidez y seguridad de unos brazos que con el tiempo se perderán, de volver a sonreír cuando me doy cuenta de que ese alguien especial me mira, de un simple roce que me enloquezca, de soñar despierta, de no dormir pensando en los momentos vividos, de recordar impulsos que no llegaron a nada, de necesitarte tanto, de romper mis esquemas, de dudar, de esperar algo que no llega....

De que seas la parte favorita de mi vida y, de pronto, perderte.


Pero,¿sabes? La vida consiste en eso... 
Conocer, aprender a querer...
Querer...
Y aprender a olvidar hasta volver a caer.






PD: El final se acerca, es cuestión de tiempo.
Di "hola" a tu nueva vida.



23 de mayo de 2012

No me dejes.



No.
Definitivamente esto no es bueno.
¿Por qué?
Hoy seré breve...
Escucha...
No quiero... 
No quiero acostumbrarme a ti.

Por favor... No dejes que me acostumbre a ti.











P.D: No tengo tiempo para escribir. La inspiración tampoco está de mi lado. Tengo exámenes finales y preocupaciones de más... Hoy me encuentro extraña. No paro de pensar en lo que queda.
Las etapas que se cierran... 
Pronto habrá acabado todo. 
Quedan días, horas, para que mis 17 años tal y como los he conocido hasta día 
de hoy no vuelvan a ser los mismos. 
Bachiller finaliza. 
Las amistades se separan.
La gente se marcha lejos.
Quién sabe si algo de lo que hoy conozco permanecerá mañana junto a mí.


Es cuestión de tiempo...
Adiós a lo conocido.
Hola al cambio.


16 de mayo de 2012

¿Lo conoceré?


Me pesan las ganas, el cuerpo, la mente y sobre todo el corazón.
Siento que nunca voy a llegar a conocer lo que es querer y ser querido. 
Lo que es levantarte por una mañana pensando solo en él, lo que es pasarse horas hablando, lo que es mirarle a los ojos y que una estúpida sonrisa aparezca de entre mis labios, lo que supone que me de la mano y entrelacemos nuestros dedos para que no me pierda entre la multitud o simplemente para sentir mi calor, lo que es un beso en la comisura de la boca y que termine en los labios, lo que es un abrazo inesperado, lo que es una llamada en mitad de la noche solo para escuchar nuestras voces entre susurros, lo que es esperarle con ansias de aferrarme a su cuello, lo que es un beso bajo la lluvia, lo que es dormirme entre sus brazos, lo que es sentir que con él no me hace falta nada más, lo que es el nerviosismo antes de encontrarnos, lo que duele separarme de él, lo que es dormir sabiendo que al día siguiente seguirá habiendo un "nosotros", lo que es escuchar dulces palabras al despertar, lo que es que te dediquen un simple papel, lo que es que te regalen una tarde, lo que es pensar que todo mi pasado quizás me llevó hasta él...


Cambiará... Debe cambiar todo esto... 





Debe sonreírme la vida por una vez.
UNA sola vez.


Vale, sí, quizás es que vuelvo a pedir demasiado.


13 de mayo de 2012

Simples sonrisas.


Hoy escribo con una sonrisa en mi rostro. 

Hoy no me preocupa el mundo tan solo el hecho de esperar con algo de optimismo el mañana. En realidad, no me importa mucho lo que pase, siempre dije que quería que este año fuera diferente, que quizás fuera a mejor pero bueno, nunca se sabe, ¿no?
Hoy es diferente, hoy siento que puedo contemplar la luz que logrará que deje atrás toda esta oscuridad que me retenía, que no me permitía levantar la cabeza, que solo me consumía.
Hoy... Hoy es uno de esos días que te prometes que vas a tener una sonrisa de oreja a oreja pero... Nunca creí en las promesas o quizás sí, pero alguien acabó quitándome esa sensación... 

Me da igual.

Hoy me da igual el pasado, el dolor, las lágrimas que podrían haber llenado una piscina,
el aire que me ha faltado, las ganas que se habían apagado. 

Me da igual. 

Hoy, te repito, todo me da igual.
¿Lo has escuchado?
Déjame al menos un día para vivir a mi manera, otra vez.
Y volver a sentir que MI vida, vuelve a pertenecerme.


Pues eso.



1 de mayo de 2012

Etapas.


Hoy no escribiré sobre ese inquietante sentimiento, no. Hoy no es uno de esos días.

Hace poco, alguien me estuvo hablando del "cambio". Sí, lo creáis o no es algo que aterra.
Nunca he sido de esas chicas que confían pronto en alguien, que abren su corazón y dejan a la vista todos los daños que tiene, todas las inquietudes, todos los miedos y debilidades. No... Creo que nunca he sido de esas y tan solo me he limitado a cerrarme en mi propio mundo del que soy partícipe durante un breve periodo de tiempo y que muchas veces, me lleva divagando allí por donde le place, cuando le place.
Siempre me he quedado quieta, temblando, en una esquina. Pocas veces he querido salir... 
¿Por qué? Porque quizás las experiencias y el tiempo han hecho que desconfíe hasta de mi sombra. 
A lo largo de mi vida he llegado a estar junto a personas que una vez me prometieron que nunca se separarían de mi lado o que quizás nunca sería intencionadamente. Me prometieron que me cuidarían pese a todo igual que yo les había cuidado. Me dijeron que aunque yo me limitara a separarles de mí, volverían. Me prometieron que siempre tendrían una mano para mí en el momento que fuera porque no querían que pasara por las mismas experiencias que me habían convertido en esa persona que incluso yo odiaba. Me acostumbré a ellos... Me acostumbré tanto que salí de mi mundo. No, quizás nunca les dejé entrar y no... Tampoco tuvieron la intención de hacerlo.

¿Qué ocurrió?

Lo que ocurre siempre... Pasa algo, algo trastoca toda la realidad que creíamos que se mantendría por sí misma y no... Todo se desvanecía delante de mis ojos mientras me quedaba tirada a ras del suelo observando cómo la gente se iba alejando hasta tan solo ver una mísera silueta a lo lejos que ni siquiera tenía la decencia de mirar atrás y ver aquello que dejaba. No les importaba. Me pregunto si alguna vez les llegué a importar realmente o solo era una simple persona cuya presencia era prescindible en sus vidas, pasajera, una más.

¿Fui ilusa al confiar?

Volví atrás. El frío llegó otra vez hasta los más profundo de mi interior. No quería salir, pero alguien me forzó a salir... ¿O quizás fui yo la que tenía ansias por volver a aquella realidad donde la felicidad, las risas... Eran más constantes? Donde no hacía falta fingir una leve sonrisa. Donde no siempre me servía de la apariencia.
Ese alguien me sacó. Me analizó y no... No me juzgó como tantas otras personas lo han podido llegar a hacer.
Fui ilusa al creer que unas palabras se harían realidad, se convertirían en hechos. 
Fui tonta al pensar que al decirme que nunca me haría daño, nunca lo haría.

No. Lo siento pero no existe un nunca, ni siquiera un para siempre.

Otra vez volvieron a sangrar las cicatrices que el tiempo no conseguía eliminar de mi piel pero esta vez, se hicieron más profundas, tanto que sentí cómo una mano podía arrancar trozos de mí sin más y dejarme nuevamente allí, en el frío suelo mientras unas débiles lágrimas intentaban escapar de mis ojos.

Otra vez confié... Otra vez me hirieron hasta más no poder.

Pero no quería cerrarme nuevamente. No quería fingir aunque, por desgracia, sigo haciéndolo para que ni el viento se moleste con mis sollozos. Para que nadie me juzgue y me tache de víctima. Para que nadie me diga que convivo con la tristeza... Para no creerme que estoy sola.

Siempre me paro a pensar qué le he hecho a esto que llaman vida. En qué momento cometí un error tan grave que lo único que consigo es tropezar con una interminable caída de la que no consigo escapar.
No sé qué he hecho.
Juro que aún intento comprenderlo.

Y, ¿qué decir?
Luego todo volvió a cambiar, alguien vino y me sacó sin darse cuenta de todo aquello en lo que me vi inmersa.
En poco tiempo se convirtió en alguien que me alegra los días conforme pasan. Con quien puedo hablar sin miedo. Con quien puedo ser yo misma.
Gracias a esa persona puedo sobrellevar cargas que no todo el mundo sabe.
En el fondo me entiende, diga lo que diga, me entiende.

Puestos a pedir... ¿Qué pido?
Que todo vuelva a su lugar y que consiga ser otra vez aquella que no tenía miedo y que conseguía afrontar la realidad tal y como se le presentaba...




¿Es mucho pedir?


14 de abril de 2012

Sobrevive, no huyas.


He de admitir que hoy volví a pensar en ti... Pero añadiré algo más... No fue de la misma forma que hace meses, semanas... Algo en mí ha cambiado y creo que esta vez será más permanente de lo que creí que podía llegar a ser.
Hice un pacto con cierta persona, alguien que... Me está cambiando completamente y aún tengo miedo de saber por qué. 
Ninguno volveríamos a los errores del pasado, no queremos caer en ello nuevamente.

Ya es suficiente.

Y todo esto lo escribo sin ninguna sensación en mi cuerpo. No hay tristeza. No hay desconsuelo. No hay agonía. No hay nada... Ni siquiera ya derramo una mísera lágrima.


Dejemos paso a un nuevo comienzo.

11 de abril de 2012

Cambiando de aires... Intentándolo.


Ya no sé si lo de ayer fue cierto. Si me mentías o te mentías... O quizás mentías al mundo para seguir siendo tú quien manejara los hilos de mi vida. 

Hoy... Hoy puedo decirte que todo ha cambiado. 
Tan solo cuatro días y una persona han hecho posible que cambiara de aires. Que cambiara mi vida tal y como la conocía o creía conocer desde hace mas de un año ya.


Ha amanecido.

La eterna noche que cubría mi ser se ha desvanecido sin más. No tiene sentido su marcha, no tiene sentido que no esté ya para resguardarme junto a la soledad y el amargo recuerdo, no tiene sentido que haya desaparecido sin dejar rastro. ¿Sinceramente? Me gustaba esa noche.
Pero... 
Ese paso entre la noche y el amanecer ha traído consigo algo nuevo, una inquietante sensación. Me he sentido segura... Tranquila. Como creí sentirme hace meses. 
Espero no estar nuevamente equivocada.


Ahora... Ahora he aprendido del olvido.

Mi pasado es eso.. Solo pasado.



Tengo que hacerlo. Debo hacerlo si quiero que mi felicidad por una vez esté antes que cualquiera.. Antes que el simple hecho de aferrarme a alguien sin pensar en las consecuencias..




Espero poder cambiar de libro... Reescribir una nueva historia.









Necesito un nuevo comienzo... Un final distinto al resto.


PD: Perdona mis divagaciones... Hacía días que mi corazón no hablaba, tan solo tragaba.

3 de abril de 2012

Arrancando sentimientos.


Se acabó... Mi yo en este momento quiere arrancar cada sentimiento que siente.

No pienso cambiar mi pasado.No pienso alterarlo... No pienso hacerlo ni mejor ni peor... 
Es mi dichoso pasado.
¿Que ya no me quieres? ¿Que nunca sentiste algo realmente fuerte por mi? ¿Que aquel sentimiento que me juraste fue pasajero? ¿Que aquel "estoy enamorado de ti" fue falso? 
¿Que... Qué? Está bien.
En breve sentirás mi indiferencia.
Sentirás que no me importas.
Que solo eres uno más.


¿Hoy? Hoy no tengo ganas de nada pero en mi rostro verán una sonrisa.

Se merecen ver una puta sonrisa en mis labios.




Olvidarte ya no me parece un reto. Es más... Algo ha ocurrido, algo nuevo... No sé qué será... Solo espero que sea algo que haga que mi vida cambie y si es por él, que ha aparecido recientemente en mi vida, que así sea.


7 de marzo de 2012

Experimentarlo.



Creo que en estos días voy a seguir igual, sin ganas de mirar a la realidad a la cara. Con ganas de bajarme de este absurdo mundo que poco a poco está viendo reducido todo el sentido que una vez pudo poseer para mí
¿Sabes lo que quiero?Quiero sumergirme en ese agua y olvidarme por un tiempo.
Cerraré los ojos lentamente y la oscuridad de rodeará. 
Conseguiré escuchar el latido de mi agitado corazón, notaré cómo el aire no entrará a mi cuerpo, sentiré cómo las burbujas provocan un eco muy curioso. Y sí, a veces lo hago, sólo para sentirme viva, sólo para saber que mis ganas de seguir continúan ahí y que no se van a acabar tan fácilmente. Sólo para saber qué se siente cuando no existes nada más que tú y el agua en el que se sumerge tu débil cuerpo...

Sí, adoro esa maldita sensación de tener la perdición a un solo paso de distancia que nunca daré.



Y quizás, solo quizás, espero que venga, alguien, pronto a sacarme de ahí con una cálida sonrisa, con un abrazo, un simple beso en la mejilla, unas dulces palabras llenas de sentimiento... O comenzaré a perderme entre el vacío que creé en mí misma y... Entonces... Sí que no habrá salida. 
No querré que nadie más vea mi auténtico yo, me cerraré, me cubriré con tantas máscaras como sea posible para que nadie, nunca, consiga romperlas como hasta hace algún tiempo.



Lamentablemente vas a tener que vivirlo para que puedas entenderlo...




23 de febrero de 2012

Italia



Mañana mis pies pisarán la ciudad eterna durante una semana... Italia será el paisaje que mis ojos contemplarán. ¿Qué cambios habrá? Hoy me atrevería a decir que marcará un antes y un después en mi vida... Quién sabe.


Lo que pase en Italia, se queda en Italia...


Venecia y otros tantos lugares... Esperad... 
Faltan horas para que nuestro encuentro sea posible.







Actualizaré cuando regrese. 
Un beso.


18 de febrero de 2012

Ya las sé.




Ya sé todas esas historias.

Ya sé que los sentimientos cambian, que todo desaparece, que se reemplazan...
Ya sé que viene alguien que le da un giro a tu vida, que vuelve a darte esperanzas... Ya sé que vuelve a hacer que te sientas viva, que te hace volver a saber lo que significa sentir y que te quieran y lo que significa querer a alguien.
Sí, ya sé que las ilusiones regresan sin más, ya sé que las sonrisas volverán sin darme cuenta...

Todas esas historias me las sé, mi vida se basa en eso constantemente. Siempre ha sido un círculo que no acaba... Je... Que no acaba bien.

Solo... Quizás... Por una vez... Necesito sentirme algo más diferente(?).

Experimentar situaciones especiales... Experimentar cómo puedes llegar a aprender a querer a alguien con simples detalles que dejan huella en tu piel. Experimentar cómo la necesidad de estar junto a alguien te lleva a extremos que nunca te imaginaste. Experimentar cómo es llorar sin que te ahogues porque en sus brazos sabes que todo va a ir bien. Experimentar cómo los silencios son capaces de susurrarte las más hermosas palabras. Experimentar cómo un simple roce puede hacerte sentir ese nerviosismo tan ansiado. Experimentar cómo una mirada puede hacerte tentar a la suerte... Cómo un suspiro puede guardar todo lo que callas... Cómo un beso puede cambiarlo todo.